La crisis va haciendo mella en
San Fernando de Henares, los comercios se las ven cada vez peor para continuar
con su actividad y cada día nos encontramos más locales cerrados. En este
contexto destaca el incremento de comercios chinos que se multiplican en
nuestra ciudad de forma imparable.
Llegaron a principios de siglo,
irrumpiendo en los barrios con sus bazares, relegando y enterrando bajo tierra
a los conocidos «Todo a 100» regentados por españoles, abrieron restaurantes, e
incluso bares, y así discretamente la comunidad china que habita en nuestro
municipio ha ido pisándole el terreno al comercio tradicional.
Una década después, los pequeños
empresarios españoles se echan las manos a la cabeza por lo que ellos
consideran «una invasión» de los ciudadanos del gigante asiático a base de
«competencia desleal». Con sus negocios agonizantes, los nacionales consideran
que lo que antes era preocupación por la reducción de sus ingresos ahora se ha
convertido en terror por la «muerte inminente» de su fuente de ingresos.
Antes del hundimiento de los
pequeños comercios de barrio, que eran los que sostenían el tejido interno del
país junto a los autónomos, los comerciantes de los barrios de toda la vida ya
dieron señales de alerta al Consistorio, los cuales demostraron y siguen
demostrando que sus intereses son otros bien distintos.
Los establecimientos chinos son
la franquicia más rentable y más grande del mundo, pero también la más
depredadora. Los comerciantes autóctonos protestaban porque muchos bazares
chinos les hacían competencia desleal, contra la que es difícil competir. La
inmensa mayoría no respetan los horarios, no respetan la ley (por ejemplo
vendiendo alcohol fuera del horario permitido y a menores), artículos
falsificados y de baja calidad, infringen la normativa de licencia, la de
etiquetado y, no cumplen con las obligaciones fiscales ni de la Seguridad
Social. Igualmente, se ahorran gran cantidad de dinero en pagar a sus
trabajadores, ya que los miembros de sus familias son las que componen la
totalidad de la plantilla.
¿Por qué comprar productos españoles en comercios españoles?
-Porque son nuestros vecinos.
El trato es cercano, directo y profesional.
-Aportan vida y garantizan el futuro del municipio.
Fomentando la creación de empleo.
-Dan seguridad y tranquilidad a los vecinos.
Un comercio abierto ilumina la calle y revaloriza el barrio.
-Ayudan a controlar el gasto familiar.
Están pensados para que compres solo lo que necesitas.
-Alimentos de España sanos y frescos.
Controles de calidad y garantías de seguridad.
-Los comerciantes españoles están siendo acosados.
Por la competencia desleal de los chinos y la libertad de
horarios.
-La producción nacional fomenta el ahorro energético.
Cuanto más cerca, menos gasto.
-En tiempos de crisis ayuda a los tuyos.
Porque de la crisis no se sale comprando en China.